A veces se me rompen las manitos.
No por el frio,
ni por el quix.
Se me salen las capas de uña,
y la piel brota de su estirpe.
Se gastan,
se estrujan,
se frustran.
Hoy día se rompieron mis manitos,
y era mentira. No pasa a veces.
En realidad nunca las había visto,
(con los ojos velados)
tan desahuciadas,
tan manchadas,
tan- de nada.