Me susurraron las hojas de un árbol
cuando sintieron mi corazón latir con furor
delatando lo que mis ojos admiraban
y lo que mi mente imaginaba.
Probablemente las tierras se movieron
las aguas se estremecieron
y los pajaros volaron como nunca por el cielo.
Ya que verlo pasar jamás habia sido tan doloroso
tan fugaz y a la vez duradero
tan etéreo.
Cuando todo y todos oyeron mi corazón latir esa tarde
los vientos corrían con esencias dulces
los cielos tan azules que se venían encima.
Pero Él nunca supo
nunca sintió
ni siquiera lo imaginó.
Sin embargo sigue preguntandose por qué.
Por qué fué ese el dia
en que su corazón se enamoró perdidamente de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario