Yo en realidad no me había dado cuenta.
De esta enfermedad que mi alma sustenta.
De estos estornudos que día a día enfrenta.
Nada la alenta.
La siento cada vez mas defectuosa.
Le digo, tranquila, yo se que eres hermosa.
Se sonroja.
Ya han pasado más de diesiocho inviernos.
Cientos de mundos alternos.
Nunca hemos dejado de vernos.
Le prometí un día que alguien llegaría
que su enfermedad mejoraría
que pronto ya no lloraría.
Me hizo llevarme la mano cerca de ella.
Justo abajo de mi cuello.
Me gritó, porfavor necesito sentir un destello.
Un golpe o algo que me nutra de vida.
Le dije porfavor no hagas que me despida.
Se calló un momento, se quedó sin aliento.
Ahí me di cuenta, de la enfermedad que la sustenta.
A mi alma, a mi vida, a mi cuerpo.
Necesito entregar.
Y mi alma está tan llena de cosas, que algún día va a explotar.
Ella necesita hablar.
Vida prometeme que algún día la escucharas,
porque ella tiene tanto miedo, de que la ignoraras.
que la dejarás.




Y si te lo pido, pero no de rodillas, que seas el mentolatum de mi alma?