Ya me dí cuenta del porqué no sos como yo.
Tu me quieres de día.
Y yo más de noche que de luz,
pero quizás porque de noche el silencio es tan cómplice,
tan coautor de nosotros,
que me protejo de plástico
y me a-silueto de curvas.
Con eso, cariño,
me vuelvo delicada,
Con eso, cariño,
me vuelvo delicada,
fina,
segura,
quizás hasta más querible.
Por eso, cariño,
te quiero de noche;
para que dejemos la verborrea cínica,
y nos miremos,
un rato nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario