4.1.10


Ya me dí cuenta del porqué no sos como yo.
Tu me quieres de día.
Y yo más de noche que de luz,
pero quizás porque de noche el silencio es tan cómplice,
tan coautor de nosotros,
que me protejo de plástico
y me a-silueto de curvas.
Con eso, cariño, 
me vuelvo delicada,
fina,
segura,
quizás hasta más querible.
Por eso, cariño,
te quiero de noche;

para que dejemos la verborrea cínica,
y nos miremos,
un rato nada más.

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